Él compró bolly-frutas para intentar sacar a Sweetie de su escondite y Ella compró chocolate para bollys con la misma intención. Mientras Max estaba buscando a Sweetie, se le cayó una fruta. Al mismo tiempo, Ella se estaba comiendo una de las chocolatinas y se le cayó el envoltorio sin darse cuenta. Max encontró el envoltorio y Ella las bolly-frutas, ¡y entonces se dieron cuenta de que alguien debía de haber secuestrado a Sweetie! Alguien tan malvado sólo podía esconderse en un lugar, el sitio más oscuro y tétrico de todo Panfu: ¡claro, el bosque tenebroso!
Max y Ella se adentraron en el bosque tenebroso para rescatar a Sweetie y efectivamente, allí estaba, sentada en un prado verde. Ella radió de feicidad y Max se frotó las manos. Desde ambos lados de los arbustos, empezaron a moverse por la pradera, soltando el resto de comida a su paso. Ambos salieron de los arbustos al mismo tiempo hasta que se toparon uno enfrente del otro. Ella vio la fruta en las manos de Max y Max vio que Ella llevaba chocolatinas. En ese preciso instante se acordaron de sus hallazgos y entendieron que estaban buscando lo mismo, ¡pero se movieron en círculos todo el tiempo! Se sonrieron y se quedaron mirando a lo que les había costado tanto encontrar, Sweetie. ¡Pero no estaba sola! Jugaba con otro bolly negro y se lo estaban pasando en grande. ¡Se veían tan felices juntos!
Ahora todo parecía estar claro: Sweetie había visto al bolly negro del volcán y había huido para hacer nuevos amigos con él. Max adoptó al bolly negro y le puso Tuffy. ¡Desde entonces los cuatro son muy buenos amigos y les encanta dar paseos por el prado del bosque tenebroso!
Love & Peace,
Kamaria y Ositapandita
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